Mariano Cohn y Gastón Duprat lograron darle un soplo de aire fresco a la muy exitosa "El encargado", al menos por lo que se ve en los dos primeros episodios de la tercera temporada, que lo tienen a Guillermo Francella ahora en Disney+.

Eliseo, el encargado de edificio porteño que conocimos, ya domina su terreno y ahora está más desafiante que nunca, lo que evita un estancamiento con el que parecía coquetear la serie la temporada pasada -él esquivando obstáculos que ponen en peligro su posición-. 

Tras visitar cómodamente y casi desganado una convención del rubro en Río de Janeiro, el protagonista decide ir por todo y crear su propia empresa de mantenimiento de edificios y tener a los encargados bajo su ala. 

Más pícara, la serie muestra en sus primeros episodios que innova con un realismo mágico en el que el fantasma de su vieja amiga Beba (Pochi Ducasse) lo incentiva, con un lenguaje impensado para ella.

Los primeros invitados que se asoman son Daniel Aráoz como otro encargado reacio a los juegos de Eliseo y José María Listorti, por lo pronto como un alegre colega.

Grandilocuente, Francella se mueve cómodo en un personaje que evolucionó y ahora es más quisquilloso y más ambicioso todavía. La caída puede ser más grande que nunca.

Con el estilo característico de sus showrunners -Cohn y Duprat junto a Diego Bliffeld y Jerónimo Carranza-, la sátira golpea incluso al propio gremio de encargados, que en la vida real se quejó cuando salió la primera temporada.

El final del segunfo capítulo da un buen golpe de efecto con un inesperado giro de trama que promete mucho.