Una joven físicamente sana pidió la eutanasia tras luchar contra la depresión
El caso abrió el debate en Países Bajos y distintas partes del mundo. La joven tenía 29 años y batalló durante una década contra el autismo y un trastorno de personalidad.
Zoraya ter Beek era una joven de 29 años y vivía en un pequeño pueblo de los Países Bajos, cerca de Alemania. Estaba con su pareja, de la que aseguró estar felizmente enamorada y sus dos gatos. Su nombre comenzó a resonar con fuerza en portales de noticias de Europa y de otras partes de mundo cuando, hace dos meses, explicó a The Free Press que estaba a la espera de recibir la eutanasia.
Su familia no aprobaba la relación con su novio por la diferencia de edad, debido a que él tenía 39 años. Eso llevó a Zoraya a estar distanciada de su madre y sus hermanas mayores. En tanto, su papá murió de cáncer en 2023. A pesar de los intentos de su novio para ayudar a su pareja a buscar ayuda profesional, la joven se sometió a 33 rondas de terapia electroconvulsiva. Sin embargo, su salud no mejoró.
La joven eligió la eutanasia como su último recurso después de una prolongada batalla contra la depresión, el autismo y el trastorno de la personalidad límite. Aunque estaba físicamente sana, los problemas de salud mental de ter Beek la llevaron a esta decisión, lo que marcó un momento significativo que desafía las percepciones sobre la eutanasia y las enfermedades mentales.
En los Países Bajos, la eutanasia es un recurso legal desde 2002. La vida de ter Beek, entre el amor hacia su novio y sus mascotas y sus aspiraciones a convertirse en psiquiatra, muestra su batalla interna profunda. Su decisión de haber sido sometida a la eutanasia, concretada a fines de mayo, responde a la falta de mejoría en su condición a pesar de sus esfuerzos y todos los tratamientos posibles.
Desde muy pequeña, había expresado su deseo de terminar con su vida debido al acoso escolar y a la sensación de no encajar en la sociedad. En sus años escolares, Zoraya tomó una apariencia gótica para disuadir a los acosadores y reflejar la forma en cómo se sentía. "El look totalmente negro era adecuado, porque así me sentía por dentro. Para mí, el autismo es el mayor problema en mi vida", afirmó a The Free Press.
"No hay nada más que podamos hacer por ti. Nunca va a mejorar", contó la joven que le dijo su psiquiatra durante su último tratamiento. Y agregó: "Estoy a favor de la muerte. Pero necesitamos ser cuidadosos para proteger a las personas que están en psicosis o deprimidas y no piensan con claridad".
La decisión de Zoraya, tomada en 2020 ante el Centro de Experiencia de Eutanasia, abrió una "preocupación ética" entre profesionales de la salud en los Países Bajos. Es el caso de la especialista Stef Groenewoud de la Universidad Teológica de Kampen, quien argumentó que existe una aparente disposición a renunciar a los pacientes jóvenes con enfermedades psiquiátricas.
Ter Beek murió el 22 de mayo, apenas cumplidos los 29 años, con la ayuda del Centro de Expertos en Eutanasia neerlandés, según comunicó uno de sus mejores amigos en su blog personal. Los procedimientos se realizaron con sumo cuidado y la joven fue sedada. Luego, se le administró un medicamento en presencia de su novio.
La historia pone en foco el papel pionero de los Países Bajos en la legalización de la muerte asistida y su creciente prevalencia, con varias personas que eligen este camino anualmente. En el caso de ter Beek, se trata de una mirada a las luchas invisibles de quienes viven con una profunda angustia mental.
En los Países Bajos, aproximadamente 700 pacientes psiquiátricos pidieron la eutanasia al Centro de Expertos en Eutanasia al argumentar que atraviesan un "sufrimiento desesperado e insoportable". En 2010 solo se registraron en ese territorio dos de estos casos, en comparación a las 138 muertes asistidas reportadas en 2023.
• La situación en otros países
Los Países Bajos fueron el primer país del mundo en legalizar la eutanasia y el suicidio asistido por un médico, con la introducción de una legislación preliminar en 1994, seguida de una ley completa en 2002. Sin embargo, la práctica se ha tolerado desde 1985. La eutanasia fue despenalizada en Bélgica en mayo de 2002. De 2002 a 2019, más de 22 mil personas pidieron la eutanasia de forma oficial.
En 2009 llegó la legalización de la práctica en Luxemburgo, en 2014 en Colombia y, en 2016, Canadá.
También fue aprobado por el Congreso de los Diputados y el Senado de España en 2021; por el Parlamento y vía referéndum ciudadano en Nueva Zelanda el mismo año; por el Parlamento de Portugal en 2023 y por la Corte Constitucional de Ecuador en febrero de 2024.
La eutanasia en Argentina
En nuestro país, la Ley de Derechos del Paciente permite que se rechacen procedimientos que tienen como fin prolongar el estadio terminal o irreversible, pero no admite acciones que produzcan directamente su muerte.
En 2022, diferentes bloques del oficialismo y la oposición hicieron una presentación conjunta para que el tema se trate en la Comisión de Salud. El pedido fue firmado por Jimena Latorre y Soledad Carrizo (UCR); Marcela Antola y Ana Carla Carrizo (Evolución Radical); Mara Brawer, Jimena López y Ana Carolina Gaillard (Frente de Todos).
Uno de los tantos proyectos presentados fue el de la "Ley Alfonso", iniciativa que surgió a partir del caso de Alfonso Oliva, un cordobés que pidió la aprobación de una ley de eutanasia luego de que su cuerpo se deteriorara por tener esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La motricidad de Oliva se redujo hasta solo poder mover los ojos y dependía de una sonda para ingerir los alimentos, al no poder tragar. Alfonso murió en marzo 2019 a los 37 años.